100% recomendable para un breve paréntesis,

Habitaciones limpias, cómodas, con aire acondicionado, y un delicioso desayuno incluido que disfrutamos mientras planeábamos nuestro día explorando la ciudad a solo cinco minutos de San Lorenzo.

Casi perfecto

La comida en el restaurante fue deliciosa, especialmente el lechazo. Sin embargo, el proceso de check-in fue un poco tedioso.

zona tranquila, limpieza diaria, restaurante con comida casera

Un poco de ruido del frigorífico al encenderlo. El proceso de check-in tedioso al hacer en la cafetería, podría ser más eficiente. La decoración es un poco anticuada, necesita un lavado de cara!!!

El hostal tiene habitaciones limpias, cómodas y con aire acondicionado, lo cual resulta muy agradable en verano. La comida en el restaurante es excelente, especialmente el lechazo que se cocina en un horno a la vista. Beber un buen Ribera de Duero mientras disfrutas de la sobremesa fue un placer. El trato del personal fue ameno, sin quejarse a pesar del jaleo que hicimos al salir tarde del restaurante. Sin embargo, el proceso de check-in no fue eficiente, ya que se hace a través de un kiosco en el restaurante, lo que puede resultar confuso. Además, la puerta del hostal estaba cerrada y no había personal disponible cuando llegamos, lo que creó un momento de incertidumbre. Mejorar la comunicación y la atención a la llegada haría la estancia mucho más placentera.

Ubicación perfecta para el metro y centros comerciales. La habitación era amplia y cómodas las camas. aunque el acceso a pie puede ser un poco desafiante.

La limpieza al llegar podría ser mejor.

Habitación amplia e cómoda, perfectas para descansar. Comida casera de rechupete, especialmente el lechazo, que está de vicio. A destacar la amabilidade do persoal, sempre dispostos a axudar. Algún ruido de máis na habitación, pero nada que non se poida solucionar.

Las habitaciones eran limpias y se sentían seguras, además de estar a solo 7 minutos caminando de dos estaciones de metro, lo que facilitaba mucho el transporte por la ciudad.

Un poco más de atención al agua caliente.

La habitación era tan acogedora que me sentí como si estuviera en casa de un amigo, con aire acondicionado que funcionaba mejor que un ventilador en un día de verano. Además, la conexión WiFi era más rápida que un rayo, ideal para ponerme al día con mis series favoritas.

Proceso de check-in complicado

Wi-fi lento y trato amable, aunque el desayuno no era variado.

Una experiencia culinaria inolvidable

La comida en el restaurante fue espectacular. Disfrutamos de un delicioso lechazo cocinado en horno a la vista, acompañado de un excelente Ribera de Duero. Un ambiente perfecto para una sobremesa sin prisas. ¡Recomiendo dejar tiempo para probar los postres!

Buena limpieza pero mala atención

Pasé dos noches aquí y la limpieza era impecable, con habitaciones cómodas y un buen colchón. Sin embargo, el proceso de check-in fue muy confuso y no había personal disponible cuando llegué, lo que generó una sensación de desorganización. La atención al cliente dejó mucho que desear, ya que me costó mucho contactarles para resolver el tema de las llaves.

Recomiendo para aquellos que buscan descansar

El lugar tiene un ambiente tranquilo donde puedes relajarte y sentirte como en casa. La comida en el restaurante es casera y deliciosa, especialmente el lechazo, ¡casi me hizo olvidar mi ocupada vida! El dueño y el personal son muy amables, siempre dispuestos a ayudar. Recuerdo que hasta me ayudaron con las maletas sin aceptar propinas.

No era barato, pero estaba bien para lo que ofrecía.

Pasamos dos noches y lo mejor fue la tranquilidad del lugar. Además, la comida del restaurante era excepcional, especialmente el lechazo, ¡nos encantó!

Las habitaciones eran cómodas y acogedoras, perfectas para descansar después de un día explorando. Tuve la suerte de probar el lechazo, ¡delicioso! Además, la ubicación es ideal, a solo 7 minutos a pie de dos estaciones de metro.

me sentí afortunado, no tengo ninguna razón para quejarme

Habitación acogedora, limpieza impecable, bien ubicado cerca del transporte. Comida deliciosa, especialmente el lechazo, un auténtico festín. Aunque el check-in fue un poquito enredado, el ambiente y la atención amable hicieron que todo valiera la pena.